Participantes

Frase escogida: Aunque sufro no sé si lo merezca, y más que pesimismo tengo tristeza.

Este libro no es una novela, pero tampoco es una autobiografía ni un ensayo, es un libro incompleto y sin fronteras claras porque no se puede clasificar.

No me parece fácil de adaptar a la dinámica de un grupo de lectores.

Cuando empezábamos a leer un capítulo que se titulaba BODA, pensaba que describiría el acontecimiento o la fiesta, pero es sorprendente porque muestra una vida cotidiana en la que se describe el aburrimiento de la convivencia del matrimonio de Joana y Octavio: él trabajando y la mujer muy pendiente y casi sumisa. Lo que pasa es que es muy obediente -casi como una sierva- pero muy crítica en sus pensamientos que explican lo que realmente siente. Muy impresionante.

Muy buena lectura para compartir en un grupo de lectores.

El amante se convierte en una manera de escapar de a la rutina y quizás también lo interpreto como una venganza de ella a lo que estaban haciendo Octavio y Lidia.

Coincido con Gloria en que si fuese una novela inglesa (de DH. Lawrence, por ejemplo) se conocería mucho más de lo que la conocemos y habría bastantes versiones en cine.

Es interesante la anécdota del artículo de Gazeta en cuanto a las diversas reacciones del Marqués, Craft o Carlos. El autor hace una definición muy aguda de la sensibilidad aristocrática de la sociedad lisboeta de esa época.

El concepto de extranjero en Los Maia no incluye a España. Puede ser desdén o puede ser que se considera a Portugal y a España como un todo o, al menos, dos realidades emparentadas por sus limitaciones. Por ejemplo, cuando se habla de forma de pensar de Carlos y su voluntad de hacer un recorrido por Italia y Queirós escribe literalmente: Era un asunto de higiene intelectual: necesitaba calmar su tumultuosa imaginación peninsular rodeándose de la plácida majestad de los mármoles

He sentido una gran pena al finalizar la lectura de Os Maia. Es el típico caso en el que una no desea que el libro acabe.